jueves, 9 de octubre de 2014
José García Castro "Pepillo" (1934-2003)
José García Castro, conocido futbolísticamente como Pepillo (Melilla, España, 10 de junio de 1934 - 2003), fue un ex futbolista español. Jugaba de delantero y su primer equipo en Primera División fue el Sevilla FC.
También era conocido como Pepillo II para diferenciarlo del que también fuera jugador del Sevilla FC entre 1939 y 1945 José Díaz Payán, también conocido como Pepillo.
Pepillo, que fue jugador de diversos equipos, del CD Málaga, Real Madrid, Melilla, Sevilla, Mallorca y River Plate, nació en Melilla el 10 de julio de 1933 y jugó dos temporadas en el equipo de su tierra, seis en el Sevilla, tres en el Real Madrid, una en el River Plate argentino, cedido por el club madridista, dos en el Mallorca y tres en el Málaga.
Al Sevilla llegó en la temporada de 1953-54, procedente del Melilla, y con el club sevillano logró un subcampeonato de Liga 56-57, el subcampeonato de Copa de 1955, tres trofeos Carranza consecutivos: 1955, 1956 y 1957, el Trofeo Teresa Herrera de 1954 y jugó la Copa de Europa de 1958.
Tras su paso por Nervión, fichó en 1959 por el Real Madrid hasta 1962, para después jugar en el Mallorca, River Plate y Málaga, y fue internacional en nueve partidos. En el Madrid jugó con Puskas, Di Stéfano, Zárraga, Canario, Didí o Paco Gento y en la temporada 1959-60 fue el máximo goleador con 16 tantos, cinco de los cuales se los endosó al Elche en un encuentro en el que el conjunto blanco venció por 11 tantos a 2.
A principios de los años 60, y como consecuencia del fracaso de la selección argentina en el Mundial de Suecia ’58, los presidentes de River y Boca, Antonio Liberti y Alberto J. Armando, decidieron conjuntamente inundar sus planteles con jugadores foráneos, novedosa (y calamitosa) iniciativa que fue bautizada como ‘fútbol espectáculo’ por los medios. Así, en marzo de 1961, River incorporó cedido a José García Castro, Pepillo, delantero procedente del Real Madrid multicampeón, donde era suplente de Alfredo di Stéfano.
Delantero centro fuerte y con buen cabezazo, no tuvo suerte en su fugaz paso por River, en 1961, club que sufría un gran vacío en ese puesto tras la marcha dos años atrás de Ángel Labruna, máximo goleador de River y del fútbol argentino con 293 tantos. Pese a que no pudo ganar la liga (la Banda fue tercera, detrás de Racing –el campeón- y San Lorenzo), Pepillo se las arregló para marcar siete goles en 18 partidos, anotando en los cuatro clásicos: a Boca, con un fuerte disparo de tiro libre que supuso el 2-2 definitivo a siete minutos del final, a San Lorenzo, a Racing y a Independiente. El resto se los marcó a Vélez, Argentinos y Central.
Entre 1962 y 1964 jugó con el Real Mallorca y entre 1964 y 1967 con del CD Málaga.
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