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I. Contexto Histórico y Pre-Partido
El Arsenal, bajo la dirección de Arsène Wenger, llegó a Old Trafford como líder de la liga, dos puntos por delante del Chelsea. El equipo, apodado "The Invincibles," había completado la temporada anterior (2003/04) sin sufrir ni una sola derrota, un hito solo logrado previamente por Preston North End en una liga de solo 27 partidos en el siglo XIX. El partido tenía una presión monumental, ya que el Arsenal buscaba alcanzar la cifra mítica de 50 partidos invictos ante su archirrival.
La rivalidad entre los entrenadores, Arsène Wenger y Sir Alex Ferguson, se encontraba en su punto más álgido, con antecedentes de hostilidad como la "Batalla de Old Trafford" del año anterior. El Manchester United, que ocupaba el sexto puesto, a 11 puntos del Arsenal, necesitaba desesperadamente la victoria para demoler el aura de invencibilidad de su rival y reavivar sus propias ambiciones de título.
II. Desarrollo y Controversia del Partido
El partido en Old Trafford, presenciado por 67,862 espectadores, fue un encuentro agresivo, físico y lleno de desafíos desde el silbato inicial.
Alineaciones Clave:
- Manchester United (DT: Alex Ferguson): Roy Carroll; Gary Neville, Rio Ferdinand, Mikaël Silvestre, Gabriel Heinze; Cristiano Ronaldo, Phil Neville, Paul Scholes, Ryan Giggs; Wayne Rooney, Ruud van Nistelrooy.
- Arsenal (DT: Arsène Wenger): Jens Lehmann; Lauren, Sol Campbell, Kolo Touré, Ashley Cole; Patrick Vieira, Edu Gaspar, Freddie Ljungberg, José Antonio Reyes; Dennis Bergkamp, Thierry Henry.
Momentos Polémicos Clave:
- Omisión de Expulsión: En el minuto 19, Rio Ferdinand derribó a Freddie Ljungberg cuando este se dirigía sin oposición hacia la portería, pero el árbitro Mike Riley decidió no expulsar a Ferdinand, una decisión que fue considerada críticamente errónea. Ferdinand fue, irónicamente, el jugador más destacado del partido.
- Agresión Ignorada: En la primera mitad, Ruud van Nistelrooy realizó una dura entrada sobre Ashley Cole, en la que se vio que le corrió los tacos por la espinilla, pero Riley no lo sancionó.
Los Goles Decisivos:
El equilibrio del marcador se rompió en el minuto 73 con una decisión arbitral altamente controvertida. Wayne Rooney se internó en el área y cayó tras un desafío del defensa Sol Campbell. Riley concedió un penalti, a pesar de que los reportes indicaron que Rooney "ya se dirigía al suelo mientras el defensor retiraba su pie" y que Campbell pudo no haber hecho contacto en absoluto.
- 1-0 (Minuto 73, Penalti): Ruud van Nistelrooy convirtió el penalti, enviando el balón al fondo de la red y poniendo fin a la racha de no ir detrás en el marcador en los últimos 20 minutos de juego en 49 partidos previos.
- 2-0 (Minuto 90+3): Con el Arsenal volcado al ataque, el Manchester United sentenció el encuentro con un rápido contragolpe. Los suplentes Louis Saha y Alan Smith se combinaron para que Wayne Rooney, en el día de su 19º cumpleaños, anotara a placer.
La frustración de los jugadores del Arsenal por las decisiones arbitrales, en especial el penalti, se desbordó en el túnel de Old Trafford tras el pitido final. En medio de una reyerta entre el personal de ambos clubes, un trozo de comida, generalmente reportado como pizza, fue lanzado e impactó al mánager del Manchester United, Sir Alex Ferguson. El ex-centrocampista del Arsenal, Cesc Fàbregas, que entonces tenía 17 años, fue identificado como el responsable, hecho que admitió en 2017.
Reacciones y Consecuencias Disciplinarias:
Arsène Wenger criticó duramente el arbitraje de Mike Riley, sugiriendo que "decidió el partido", y acusó a Van Nistelrooy de hacer trampa. Como resultado de sus comentarios, Wenger fue multado con £15,000 por conducta inapropiada.
Posteriormente, la Football Association (FA) actuó retroactivamente: Ruud van Nistelrooy fue acusado de conducta violenta por su entrada a Ashley Cole, y se le impuso una suspensión de tres partidos. Además, varios jugadores del Arsenal fueron multados por su participación en el incidente del túnel.
IV. Legado
La derrota marcó el fin de la racha de invencibilidad del Arsenal en 49 partidos. El impacto psicológico fue profundo, y el Arsenal perdió consistencia, cayendo cinco puntos por detrás del Chelsea (que ganaría el título) para diciembre de esa temporada. Sir Alex Ferguson consideró este partido como un momento crucial que desorientó a Wenger y deterioró permanentemente su relación personal. La victoria del Manchester United, aunque teñida de polémica, fue un triunfo psicológico que alteró la dinámica de poder en el fútbol inglés.
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