Gaspar Rubio Meliá (Serra, Valencia, 14 de diciembre de 1908-3 de enero de 1983) fue un futbolista español que jugó de delantero en clubes de España, Cuba y México, y fue internacional absoluto en cuatro ocasiones.
“El mago Gaspar”, como también se le conoció en los campos de juego por su extraordinaria calidad en el manejo del balón fue un jugador de una técnica y calidad insuperables y una producción abundante de goles increíbles: el apodo de "rey del astrágalo", en sentido jocoso, se le puso por sus quejas, quizá hasta inventadas, sobre este hueso del pie, que articula con la tibia y el peroné. Lo tuvo todo para ser uno de los mejores futbolistas de su época, sino el mejor, pero su inestabilidad personal lo echó todo por tierra.
Nació en Serra, Valencia, el día 14 de diciembre de 1907. Con pocos meses de vida, sus padres se mudaron a Barcelona, donde el progenitor obtuvo un empleó en una fábrica de cava. En esta zona de España transcurrió su infancia y adolescencia, practicando el fútbol de barrio desde muy temprana edad. A los 18 años debuta en el “fútbol profesional”, enrolándose en el club San Sadurní de Noya, de la región en la que trabajaba, y un año después pasó al Levante, de Valencia, de donde fue llamado por el Real Madrid, comprometiéndose con el club madridista en 1928 por cuatro mil pesetas al mes.
En 1930 dejó inesperadamente el Real Madrid, tomó un tren a Vigo y embarcó a Cuba, donde fue recibido por miles de españoles y cubanos. En Cuba jugó en el club Juventud Asturiana, y después se trasladó a México, donde jugó con el club España.
En 1931 volvió a Madrid y se reintegró en el Real Madrid, pero lo dejó para comprometerse con el Atlético de Madrid por diez mil pesetas de ficha anual, además del sueldo mensual. En 1934 dejó el Atlético y fichó por el Valencia, en el que estuvo dos temporadas, y en 1939, al terminar la Guerra Civil española jugó en el Granada, En la campaña 1940-41 volvió al Madrid. Una temporada después fichó por el Murcia. Gaspar Rubio se retiró del fútbol el 30 de junio de 1942, y se hizo entrenador.
Dirigió, como técnico, a la Balompédica Linense, Levante, Melilla, Hércules de Alicante, Granada, hasta 1950, en que pasó al Atlético Baleares y que dejó en 1953, para entrenar al Orihuela. Un año después volvió al Hércules de Alicante y después marchó a México donde entrenó al Atlante y al Deportivo Toluca.
Gaspar Rubio jugó cuatro partidos internacionales, uno de ellos histórico, contra Inglaterra. Debutó contra Portugal, en Sevilla el 19 de marzo de 1929, en el que hizo tres de los cinco goles españoles. El tercer partido ha pasado a la historia, porque en él se enfrentaron la selección inglesa y la española, en la primera ocasión en que los ingleses jugaron en España. Venció España por cuatro goles a tres, de los que dos los anotó Gaspar Rubio, uno de ellos el último, que significó la victoria de España.
Fue un genial goleador, como lo demuestran sus 73 tantos en 75 partidos con el Madrid o los nueve que consiguió con la selección española en sólo cuatro encuentros. Era muy hábil en el regate, listo y con un gran sentido de la colocación.
