Agustín Jarabo (1911-?)

 

Agustín Jarabo Domínguez nació en Orense el 11 de octubre de 1911.

 

Agustín entró a formar parte de la plantilla del Real club Celta en la temporada 1935-36, la del primer e histórico ascenso a primera.

Pronto dejó constancia de su facilidad goleadora, ya que en esa temporada del ascenso anotó cinco goles en la fase regular, y siete en la fase de promoción, convirtiéndose en el segundo máximo goleador del equipo tras Nolete. Uno de esos goles lo anotaría en el definitivo partido del ascenso frente al Jerez.

Pero como es sabido, la Guerra Civil española paralizó todas las competiciones desde julio de 1936, y la mayor parte de los futbolistas del Real Club Celta fueron movilizados con sus reemplazos e incorporados a unidades de combate. Así, Agustín sería soldado de infantería en Asturias y Extremadura. Terminada la guerra y licenciados muchos de los jugadores célticos, el club vigués volvía a ejercer como tal, y por fin podría disfrutar de la primera división del futbol español.

 

Agustín debutó en la primera división, vistiendo la elástica celeste, en la segunda jornada de la liga 1939-40, el 10 de diciembre de 1939, en Balaidos frente al FC Barcelona. Esta primera temporada del Celta en primera fue bastante buena para Agustin, que con catorce goles se convirtió en el pichichi del equipo. Sus principales compañeros de delantera en esta época eran Toro y Nolete, dos históricos del Celta.

Agustín participó en muchos de los partidos que fueron quedando para la historia en estas primeras décadas de vida del Celta. Así participó en el famoso partido de promoción frente al Deportivo en mayo de 1940, en la famosa victoria por 8-0 al Deportivo en eliminatoria copera en abril de 1941, o el primer Celta-Depor en primera división (2-1), en el que anotó los dos goles de la victoria celeste.

 

La campaña 1941-42, Agustín formó un gran tridente con los canarios Del Pino y Roig, ya que en una sensacional temporada del equipo, que terminó 5º, se repartieron entre los 3, cuarenta goles. Pero tras la nefasta temporada 1943-44, en el que el equipo solo consigue nueve puntos y vuelve a segunda, Agustín, Alvarito y Mundo, deciden dejar el Celta al no llegar a un acuerdo con la directiva.

Con su marcha deja el recuerdo del sensacional goleador que fue en los primeros años del equipo vigués en la primera división.