Chas, de importante físico, alto y robusto, era un delantero centro curtido y fogueado, dispuesto a dar batalla ante los mejores defensas del fútbol español.
Era conocido como "el ariete impetuoso", sufriendo dos fracturas de clavícula. Su fuerte era el remate de cabeza. Continuamente aparecía volando por el área cual misil. Este goleador de enorme remate de cabeza como su gran cualidad, y no exento así mismo de dos piernas, que lanzaban auténticos torpedos hacia las porterías rivales.
Con 14 años juega en el modesto Galicia Sport Club, fijándose inmediatamente los técnicos del RC Deportivo de la Coruña, que no tardan en ficharlo, para, tras dos años en sus filas, cederlo primero al RC Celta y seguidamente al Club Lemos de Monforte.
En el Celta, Chas jugó 10 partidos en la temporada 1932-33. Debutó el 25 de septiembre de 1932 en Balaídos en la 2ª jornada de liga regional, en la que el Celta venció al Eiriña (2-1). Jugó su último partido el 16 de abril de 1933, en la vuelta de dieciseisavos de la Copa contra el Zaragoza en el campo de Torrero. El Celta empató a uno, adelantándose a los 20 minutos con gol de Chas, resultado insuficiente para levantar el (2-3) que encajó en Balaídos una semana antes.
Consiguió otros dos goles más (uno en cada competición). El de Liga Regional fue en la tercera jornada contra el Racing de Ferrol en Balaídos (2-1), el 2 de octubre de 1932. Su gol fue el inicial del partido. El de Liga de 2ª división lo obtuvo en la jornada 13, el 19 de febrero de 1933; (2-1) a favor del Celta. En esta ocasión nuevamente su gol es el primero del partido.
Antes de comenzar la campaña 34-35, regresa RC Deportivo. En la temporada 35-36, se va al Racing de Santander, donde lo consideran uno de los mejores delanteros que han jugado nunca en el equipo cántabro.
Aquel Racing de Chas parecía que iba a dar muchas alegrías para Cantabria, pero la Guerra Civil se encarga de todo lo contrario, muriendo dos de los titulares en la misma, Milucho y Cisco. Así mismo, Arauna y el mítico Enrique Larrínaga marchan al extranjero. En pleno acontecimiento bélico, Chas marcha a Barcelona, donde se recupera de una grave lesión. Llega incluso a jugar con la Selección de Cataluña, y se proclama campeón de Catalunya con el Espanyol antes de volver a Coruña, donde además del Deportivo, también juega unos amistosos con el Racing ferrolano.
Tras la guerra vuelve a jugar en el Racing de Santander pero el equipo estaba desquebrajado y la falta de jugadores, hizo que descendiesen por vez primera a 2ª división. Ante este panorama, se traspasa a Chas al RCD Espanyol, equipo que venía años atrás intentando de nuevo su fichaje. Se proclama subcampeón de Copa en 1941 ante el Valencia CF, jugando dos campañas a gran nivel con los de Sarriá.
Después marcha al Real Oviedo, donde juega cuatro campañas antes de retirarse en el Real Murcia, tras pasar por la minera localidad de Mieres, cedido por el Real Oviedo al Caudal Deportivo. Chas, un tipo sencillo y bonachón, decide abandonar el fútbol, marchando a su Galicia natal, a la que no podía olvidar tras prácticamente doce años fuera de ella.
Allí formó su familia y puso un negocio hostelero en la coruñesa localidad de San Pedro de Nos. Finalmente, el 11 de octubre de 1980, Antonio Chas Veira nos dejó para siempre.
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